¿ES LA LITURGIA UN ASUNTO DE PREFERENCIA DE RITOS O ES UNA REALIDADMÁS PROFUNDA?

¿ES LA LITURGIA UN ASUNTO DE PREFERENCIA DE RITOS O ES UNA REALIDADMÁS PROFUNDA?

REFLEXIÓN PERSONAL I




Minor MONGE R
Laico
Diócesis de Cartago - Costa Rica

Hay una extrañeza completa de mi parte cuando veo a algunos “amantes de la Liturgia” defender vestiduras antiguas, posturas del sacerdote y la lengua latina, sin encontrar en estas afirmaciones alguna referencia a la doctrina y a la teología litúrgica, y a su lugar como dimensión pastoral en toda acción de la Iglesia. Pienso para mis adentros: defender de esta forma la Liturgia, ¿no nos hace ver como rigoristas sólo preocupados de la norma?

Sé que esta pregunta puede generar entre algunos el disgusto de pensar que soy el primero en apoyar o promover abusos litúrgicos; sin embargo, quien me conoce y quien ha participado en una Eucaristía solemne en la que sirvo como ceremoniero -por ejemplo- sabe que busco que los gestos del Misal Romano (promulgado por el Papa Pablo VI y reformado por Juan Pablo II) brillen con todo su esplendor, sin adiciones u omisiones, preocupado porque los fieles sientan la cercanía de Dios en esos ritos.

Hecha esta aclaración, estoy convencido de que el aparato ritual de la Liturgia tiene su importancia y su valor cuando cumple con la tarea de permitir que la oración sea un medio de crecimiento en la fe y un espacio de encuentro con Dios (lex orandi, lex credendi). De allí que esté convencido de que “[…] la liturgia no significa hablar de ceremonias, de espectáculo, de folclore, de hermosas tradiciones del pasado, de costumbres sociales, de obligaciones rituales, sino de vida cristiana, de vida según el evangelio. Se trata de evangelización […]”(A).

Por lo tanto, cuando veo todo lo acontecido a raíz del motu proprio “Traditionis Custodes”, me convenzo cada vez más de que no es una cuestión sólo de ritos y su forma, es un asunto meramente eclesial. Ya lo decía san Juan Pablo II: “[…] el Concilio ha querido ver en la Liturgia una epifanía de la Iglesia, pues la Liturgia es la Iglesia en oración. Celebrando el culto divino, la Iglesia expresa lo que es: una, santa, católica y apostólica”(B).

Entonces, si la Iglesia se descubre en la Liturgia o, aún mejor, si detrás de una forma celebrativa hay una manera de entender la Iglesia, ¿qué mueve una defensa tan desproporcionada del rito anterior y un desprecio tan fuerte (aunque disimulado) del rito vigente?, ¿será que no logramos entendernos suficientemente bien como Iglesia? Tal vez no hemos comprendido las profundas palabras de Monseñor Arthur Roche en una reciente entrevista: la Liturgia “va al corazón de cómo la Iglesia se ve a sí misma y su misión”(C).


NOTAS

A. Silvano SIRBONI, Conocer, celebrar y vivir la Eucaristía. Gestos y símbolos de una evangelización nueva, España: Ediciones Sígueme, 2014, p. 9.

B. SAN JUAN PABLO, Carta Apostólica “Viccessimus Quintus Annus”, n. 9. Consultado en línea en: https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/1988/documents/hf_jp-ii_apl_19881204_vicesimus-quintus-annus.html.

C. The Tablet, Arthur Roche: prefecto bajo presión, párrafo 10 (traducción libre). Consultado en línea en: https://www.thetablet.co.uk/features/2/21572/arthur-roche-prefect-under-pressure.


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